ASEO URBANO, la Miniteca Punk New Wave del Oeste de Caracas.
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El año de formación de ese disparate de miniteca debe haber sido 1983 y la idea inicial fue la de ser partícipes de una incipiente movida Punk caraqueña que para esos mismos años ya contaba con grupos como Sentimiento Muerto, 4to Reich, Sucia Sugestión, Motín Urbano, Seguridad Nacional, Pss Pss, Caos Total, Q.E.P.D. Seguramente había más grupos que público. Y nosotros que éramos público, también queríamos ser un ente activo, que aportara algo más que aplausos o consumo de cerveza y pagos de entradas.
De cierta manera, cada vez que tocaba alguna de esas agrupaciones lo más seguro es que el DJ de turno fuera el de un bar con música que nada tenía que ver con los gustos de la nueva audiencia que atraían estas, o simplemente no existía nadie que ambientara la velada, antes o después de que tocaran los músicos, de esta manera cierto día de esos primeros años 80, conscientes de que Nosotros, como buenos melómanos y poseedores de un buen arsenal de música acorde a esta "escena", SI podíamos llevar esa función, nos decidimos a armar una suerte de colectivo musical en el que cada uno aportaba una parte de su equipo de sonido casero para armar nuestro bien mamarracho discplay.
ASEO URBANO fue el nombre que escogimos ya que nuestra función era la de limpiar y desinfectar el ambiente musical de la ciudad, barrer toda aquella basura comercial que colocaban todas las minitecas (que, a decir verdad, prácticamente ninguna marcaba una diferencia en lo que ha música respecta, todas parecían cortadas por una misma tijera). Como buenos amantes de toda esa vanguardia musical que nos llegaba en avalanchas de estilos: New Wave, Punk Rock, Hard Core, Dark, Post Punk, Tecno Pop, Ska, Reggae, Rockabilly, odiábamos todo lo que oliera a Disco Music o sus derivados, detestábamos el tecno merengue, la salsa erótica, la lambada, el Pop masca-chicle, las baladas pavosas de los artistas reyes de las radios etc. etc., pero ojo, tampoco éramos unos trogloditas que no nos esmeráramos por tratar de colocar temas que a nuestro juicio también podían gustar a gente normal y corriente.
Ciertamente las condiciones técnicas no nos ayudaban mucho, nuestros equipos nada tenían de profesionales y en un comienzo recuerdo que uno de los integrantes, Junior Fonseca, hijo del dueño del para entonces destartalado y casi abandonado club campestre Junkolandia, aportó un par de columnas Bohem (horribles cornetas de las que usaban los gaiteros para ampliar sus voces) y con ellas hicimos las primeras presentaciones. Hasta que un día alguien nos consiguió los planos para construir las cornetas modelo "Eliminator" y con el aporte monetario de todos, compramos los materiales y Jose Tomàs aseguró su membrecía en el colectivo, aportando su trabajo de constructor de aquellas super cornetotas que nos darían mucho mejor sonido.
Otro detalle que nos alejaba de la seriedad como DJ`s era que usábamos Decks de casetes para mezclar, nada de estar sacrificando nuestros discos que tanto costaba conseguir y que tanto apreciábamos, nos aterraba pensar tan solo la idea de estar mezclando un LP de Punk Rock y que en una de esas el Slam se estrellara contra el discplay nos rayaran los discos. Así que nos hicimos unos expertos en ubicar las canciones en los casetes.
Entre las curiosidades de Aseo Urbano teníamos nuestro infame audífono creado por Raulito Blanco, un auricular de los teléfonos viejos (de la época), con todo y su cable tipo resorte, aquel dispositivo sonaba muy, muy mal pero era más importante la tontería de llamar la atención y generar chistes entre la gente que bailaba o asistentes de las fiestas, que veían al DJ mezclando la música y al mismo tiempo hablando por un teléfono CANTV (tengamos en cuenta que no existían los celulares), la escena era sin duda bien bizarra, así como bizarro era lo que escuchábamos por aquella cornetita telefónica.
Por otro lado, odiábamos también el término MINITECA, así como a los MINITEQUEROS, que nos dijeran minitequeros era realmente insultante, ofensivo para nosotros, así que nuestra tarjeta decía: ASEO URBANO -sonido-
los integrantes del Aseo Urbano original fuimos: Raulito Blanco, El Gordo Valentín Ramos, Jose Tomàs Pérez, Javier Ortiz, Edgar "El Indio" Blanco y Caplìs, poco tiempo después saldrían de la tarjeta El Indio y Raulito para que en su lugar entrara su primo Horacio Blanco.
Básicamente éramos un equipo en el que todos cargábamos y conectábamos los equipos, pero a la hora de la fiesta o evento, teníamos dos o tres que ponían sus carros, y tan solo 2 o 3 éramos los dj`s o selectors, eso sí, la pesadilla para quienes nos contrataban era que en realidad nuestra pandilla estaba conformada por casi una veintena de panas, y todos, hasta con sus novias se autoinvitaban para la fiesta que fuera. La cosa fue agarrando vuelo y las fiestas dónde se sabía que estaría ASEO URBANO, terminaban convocando cada vez más gente de todas partes de Caracas que simplemente iba por la música, sin importarles que se tratara de una fiesta privada...Les garantizábamos llenazos a quienes nos contrataban jajajaja, pero lógicamente esto nos trajo problemas más de una vez, ya que las fiestas terminaban siendo rumbas para nosotros y los que menos disfrutaban eran los dueños de las casas..
Pero no todo era malo, como ASEO URBANO era nuestro vehículo para rumbear con la música que nos gustaba, nosotros mismos empezamos a organizar fiestas en salones de edificios de algún conocido, o en casas de gente pana que también disfrutaba con nosotros, cobrábamos entradas baratas y la pasábamos muy bien.
Aseo Urbano fue dejando de existir cuando Horacio, Número 2 y Caplìs empiezan a dar forma a la idea de tener un grupo, es así cuando toman la decisión de vender las cornetas y otros equipos para comprarse sus propios instrumentos. De alguna manera estábamos fastidiados de colocar la música de otros y queríamos hacer nuestras propias canciones, así nace en enero de 1985, Desorden Público.
Biografía cortesía de: Caplís
(Aseo Urbano - Desorden Publico)
Post original tomado de la pagina Punk en Venezuela.
Fecha de publicación original: 12 de mayo del 2020
Redactado por José Francisco García